Lisboa presume de ser una de las capitales europeas más abiertas y tolerantes, una ciudad romántica y acogedora que bien merece una escapada.
Por Raúl Bartolomé
El visitante, desde el primer momento, se encuentra en medio de callejuelas donde perderse, tomar un cafe, ver sus escaparates o simplemente dar un paseo donde, de repente, puedes inmortalizar una bella postal. Merece la pena planificar tu viaje y si es posible, dejarse aconsejar por alguien que conozca bien la ciudad. Un buen guía, sin duda, te será de utilidad para aprovechar y descubrir lo mejor de la capital portuguesa.
Los más importantes iconos turísticos, dentro de los rutas mas congregadas, los podremos encontrar en el entorno del río Tajo, que aquí es donde desemboca en el Atlántico, lo que le da un toque marinero inconfundible. No puede faltar en nuestro viaje visitar la Torre de Belém, junto con sus jardines y próximo al monumento a los descubrimientos. El imponente Puente 25 de Abril y el Cristo Rey son estampas únicas de Lisboa. Ya un poco más al norte, descubriremos el área que albergó la expo de Lisboa, donde se encuentra el Oceanario. Pero si lo que queremos es una vista panorámica sin igual, deberás subir al castillo de San Jorge. Desde allí distinguiremos perfectamente el barrio bajo “la Baixa”, con las principales zonas turísticas y de restauración, y el barrio alto. Para superar los desniveles de Lisboa no hay como subirse a otro icono de la ciudad, los tranvías.
Al contrario de por ejemplo en España, aquí nunca se ha dejado de utilizar, conservando su estilo y romanticismo intactos. Os aconsejamos cogerlo, además porque nos llevará a la zona más gay de la ciudad, el barrio alto, junto con la plaça do Príncipe Real o en la rua de S. Marçal.
El colectivo LGTB encuentra aquí un buen lugar para disfrutar de su sexualidad, además de por el creciente reconocimiento de derechos en el país, por la oferta de ocio que ofrece. Podemos hablar de locales principalmente frecuentados el fin de semana, aunque quizás os sorprenda el tener que llamar a un timbre para entrar en alguno de ellos. En la zona de Príncipe Real encontramos locales como el Bar 106, para comenzar la noche con buen pie, o el Bric a Bar, con dos niveles, música house y cuarto oscuro; aunque no os podéis perder el Trumps, conocida como la mayor discoteca gay de Portugal. El fin de semana se llena de gays o público gay-friendly, para disfrutar en sus 2 salas de baile, con dance-house o éxitos pop.
En la zona del barrio Alto hay diversos locales dignos de visita, como el Frágil, el local más de moda, cuyo público es mayoritariamente gay. También encontramos aquí el Chueca, popular entre gays y lesbianas, que destaca por su decoración, o el Setimo Ceu, ideal para relajarse junto a un buen cocktail. Éstos son sólo una muestra, ya que hay gran variedad de locales, estilos o público. Como en sus calles, aquí también es cuestión dejarse llevar o perderse entre la noche lisboeta.
En la zona Do Chiado, podemos acudir a su centro comercial y numerosas tiendas, frecuentadas por público gay, así como diversos bares de ambiente. Aunque si lo que nos apetece, como buen número de gays, es disfrutar de la playa, en el sur de Lisboa os recomendamos la playa de Meco y la playa 19.
Ya lo véis, Lisboa es mucho más de lo que os imagináis. Lo tenéis muy fácil para descubrir la capital, junto con su cultura, de nuestro país vecino. Teniendo en cuenta además, que el viaje y la estancia serán mucho más económicos que en cualquier otro destino europeo, algo que en los tiempos que corren, hay que tener muy en cuenta.